sábado, 18 de julio de 2009

Lo que nunca te he dicho

En este profundo sentimiento que es el hecho de que ya no nos queda espacio para amar, nos iguala como humanos y nos distingue de las bestias, al mismo tiempo.
Nos da la luz necesaria para poder ver en la oscuridad. Nos convierte en seres especiales.

Somos seres indignos.

Dolientes de aquello que fue...


- Si pudiera adivinar los sentimientos e ignorar los engaños del alma y del amor.